lunes, 15 de junio de 2015

Porsche en Le Mans

No es una casualidad que lleven números consecutivos: el 918 Spyder tiene muchas cosas en común con el 919 Hybrid. Marc Lieb, piloto oficial de Porsche, ha querido darse una vuelta por Le Mans en el súperdeportivo de carretera de alto nivel para ir calentando motores antes de las 24 Horas que correrá al volante de un LMP1. Le hemos acompañado.

Autoroute de l’Est. Algún lugar entre Alsacia y Champagne. En el retrovisor izquierdo, de pronto, un coche de policía azul. Marc Lieb comprueba la velocidad a la que circulamos: 130 km/h, por debajo por tanto del límite de velocidad permitido en este tramo de las autopistas francesas. Y, sin embargo, en lugar de adelantarnos, el coche patrulla circula en paralelo a nosotros. Cruce de miradas. Los policías observan con curiosidad el Porsche que tienen al lado: un 918 Spyder rojiblanco con alerón trasero de carbono negro. El conductor sonríe y levanta el pulgar en señal de aprobación. Su compañero acerca el móvil a la ventanilla y hace una foto de recuerdo del súperdeportivo. El piloto oficial de Porsche les devuelve la sonrisa y hace un saludo con la mano. Por una vez, y sin que sirva de precedente, se ha dejado adelantar sin reparos.

Vía libre camino a Le Mans.

Dos horas han transcurrido desde que Lieb partiera de Zuffenhausen, la localidad al norte de Stuttgart donde tiene su sede Porsche. Poco antes de cruzar la frontera franco-alemana, circulábamos –de forma completamente legal– a 283 km/h. Pero el nuevo, y muy inferior, límite de velocidad no impide que sus ojos brillen. Experimentar sentimientos así de positivos no es algo que a uno le suceda todos los días, ni siquiera a un piloto profesional. Para Lieb, esta salida con el coche ya es de por sí algo especial, una especie de visita de cortesía. Y es que el próximo mes de junio, el piloto oficial de Porsche participará en la primera categoría de las 24 Horas de Le Mans al volante de un 919 Hybrid, que debutará en la carrera. La LMP1 es la categoría más alta, la categoría en la que corren las grandes marcas disputándose con sus prototipos la victoria general. Y después de 16 años de ausencia, Porsche vuelve a competir en ella.

Sin casco, soporte HANS (Head and Neck Support), ni mono, Marc Lieb pesa 72 kg. Tiene 33 años y una cara pequeña de rasgos finos. De hecho, todo en él contradice un poco esa fama de físico rudo y varonil que precede a los pilotos de carreras. Además, por si fuera poco, es ingeniero en Porsche y participa en el desarrollo del 919 Hybrid desde hace tres años. «Todo tiene que estar ajustado a la perfección para todos los conductores», explica. Y es que en las 24 Horas de Le Mans tres conductores se turnan al volante del prototipo. Así, por ejemplo, tuvieron que ponerse de acuerdo sobre la posición de las levas y los botones de la placa central del volante. Lieb se conoce al dedillo los mandos que tiene delante y los maneja con la habilidad de un pianista profesional.

El 918 Spyder es el vehículo de carretera que más se parece al 919 Hybrid. Su motorización híbrida, compuesta por un motor de combustión y dos eléctricos (uno en el eje trasero y otro en el delantero), le proporciona una potencia total de 652 kW (887 CV) y le permite alcanzar una velocidad máxima de 345 km/h. El asiento está casi tan bajo como en los coches de carreras. De hecho, en nuestra escapada a Le Mans el concepto «coche deportivo» adquiere un nuevo significado. Y es que en todos y cada uno de los peajes, Lieb tiene que soltarse el cinturón, salir encaramándose del envolvente asiento deportivo y sacar la mitad superior del cuerpo por la ventanilla… Es la única forma de poder introducir la tarjeta de crédito por la ranura. A la misma altura a la que los coches convencionales tienen el retrovisor lateral, resplandece el techo de carbono desmontable del 918 Spyder.

http://www.porsche.com/latin-america-es/_chile_/aboutporsche/christophorusmagazine/archive/366/articleoverview/article04/

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